jueves, 30 de julio de 2009

Sobre o blog

Eu decidi criar este blog para homenagear minha cantora favorita.
Sei que não conseguirei postar todas as informações referêntes à sua carreira aqui.
Até porque, o objetivo maior deste blog é declarar minha admiração e amor por ela.
Chavela Vargas dá vida à todas as canções. Canções que contam um pouco da história de cada um de nós.
Histórias de saudade, de amor, de raiva.
Esta homenagem é para a mulher Chavela, que desde muito cedo lutou por aquilo que seu coração pedia, apesar dos preconceitos.
Queria poder dizer tudo isso à ela. Este blog é apenas uma tentativa.
Obrigada Chavela Vargas.

miércoles, 29 de julio de 2009

Intensa

"Cuando fui borracha, bebí intensamente, cuando amé, amé intensamente; cuando lloro, lloro espantosamente; cuando soy feliz, nadie me gana. Y soy feliz porque soy Chavela Vargas. Volvería a nacer y volvería a pedir ser lo mismo". Así es ella, una mujer que no necesita morir para inmortalizarse. De ello ya se ha encargado su voz, que la hace vivir por siempre, en el mundo de las emociones que despierta en todo aquel que sepa escucharla.

María Tepozteca
Tepozteca linda,de pezón erecto,
de zapote prieto.
Ojos de obsidiana,
te parió tu madre Tepalcate eterno.
Luna Tepozteca, te pintó tu cuerpo
con deseos nuevos;
y en las madrugadaste
mojas los musloscon el agua mansade tus arroyuelos.
Ten cuidado, María Tepozteca, la noche fue mía
y se quedó muy quieta.
Ten cuidado, María Tepozteca, si la noche es nuestrano se queda quieta.
Estrenemos, María,en el Chalchi la noche
y haremos derrochede esta dimensión.
Y le juro, María señora,
que no habrá ni ahora,
ni antes, ni después.
Y le juro, María Tepozteca,que todo fue un sueñoy se volvió canción.

martes, 28 de julio de 2009

La cantautora estrena filme y banda sonora, en la que hace un recorrido por las grandes voces y sus vidas


CIUDAD DE MÉXICO.- Chavela Vargas llega al cine con fuerza: primero, porque se estrenará en México, el mes próximo, su documental Hasta el último trago… corazón y porque acaba de grabar el tema principal de El soldado Pérez.

Beto Gómez es el director de ambos largometrajes. El primero es un filme que hace un recorrido por las grandes voces y sus vidas. El segundo es uno de ficción en donde un grupo de mafiosos mexicanos viaja a Irak para rescatar de la guerra al hermano de su líder.

El cineasta sinaloense explica: “Hasta el último trago se presenta ya en los cines comerciales. El 17 me voy a Nueva York para comenzar el estreno pequeñito, que luego va a ir rolando por distintas ciudades.

Fue un documental que se hizo hace cinco años y todavía tenemos el chance de tener a Chavela entre nosotros, lo hicimos con ganas y el deseo de introducirse a ese folclor de los mexicanos. Primero va a la Cineteca y luego va por otros lugares”. Y Gómez habla de corrido al hacerlo sobre su nueva ficción, El soldado Pérez, luego de que con El sueño del caimán y Puños rosas, ya se ganó un lugar en el cine nacional. La música será fundamental en esta película protagonizada por Miguel Rodarte, Jesús Ochoa, Joaquín Cosío, Gerardo Taracena y Jaime Camil. “Chavela ya grabó la canción inédita Corazón negro, compuesta por Teodoro Bello (mito viviente de la música mexicana) fue hace dos meses que lo hizo, se realizó en su casa, entendió bien la historia y ya se grabó”.La manera en que Vargas se funde en las letras de las canciones rancheras le han valido la admiración de sus seguidores.

Como actriz ha tenido pequeñas participaciones en La soldadera (1967), al lado de Silvia Pinal y Jaime Fernández y recientemente en Frida. Para saberBeto Gómez estudió cine en Canadá y España y lleva cinco largometrajes dirigidos. Acaba de participar en el Rally Malayerba Pro, donde compitió contra otros nueve cineastas de nivel para concretar un cortometraje en 24 horas. El soldado Pérez, actualmente en posproducción, se estrenaría en el verano de 2010. Contará con más de mil efectos visuales para destacar aviones, explosiones y la misma ciudad principal de la aventura.

Ser livre é o mais belo


Segunda-feira, 11 de Maio de 2009

Chavela Vargas aos 90 anos, "así me voy a morir, sin yugos"
(...) sinto-me muito contente. Cumpri uma missão. Com muito gosto. Sem ser forçada. Com amargura às vezes. Com dor mais que tudo. Mas isso passou. Não deixou cicatrizes na minha vida. Não tenho más recordações. Foi tudo belissimo."(...) Há que inventar as coisas e, quando se inventam, doem. Doem muito. Há que conter a mentira. Há que conter tudo isso, e dói muito. Dói cada dia. Tens medo de que se descubra a verdade. Parecemos muito valentes, mas por dentro...só Deus sabe"(...) saudade é liberdade. Ser livre é o mais belo. Eu não tenho jugos. Não me agacho perante nada. Jamais. (...) A alma vale mais que os milhões. Encanta-me ser assim e é assim que vou morrer, livre, porque já não me falta muito. Estou consciente de que estou a terminar a minha caminhada. Não há que ter tristezas. Digo-o tranquila, sem amargura".

sábado, 25 de julio de 2009

Entrevista, 2003, por Eduardo Vázquez Martín

Chavela Vargas, voz viva de México, estuvo en España, como todos los años desde hace ya más de una década, para una nueva temporada en el teatro Albéniz de Madrid. En esta conversación, habla de su pasado, de su larga trayectoria, de su relación con el público, de sus pasiones musicales, del México que se fue y del que sueña en un futuro, y, entre otras cosas, de su relación de amor con España.
Chavela Vargas volvió a España con tres presentaciones en el Teatro Albéniz dentro del programa Madridencanto. El Martes 17 de junio fue su última aparición, y antes de comenzar el concierto comentó que se sentía muy desasosegada y triste. Sin decirlo, había en su voz un ánimo de despedida que el público le contestó demostrándole su admiración y pidiéndole que vuelva; alguien incluso le rogó que no se muera nunca. Comenzó el concierto con "La Macorina", de Alfonso Camín y la propia Chavela. Continuó con el bolero cubano "Sombras", de Carlos Brito, y "Las cosas simples", de Armando Tejada Gómez. Siguió con "El andariego" y "Luz de luna", de Álvaro Carrillo, y con "Se me hizo fácil", de Agustín Lara, e interpretó "Un mundo raro", "Vámonos", "El último trago" y "Volver", de José Alfredo Jiménez, así como "Cruz de olvido" de Juan Zaizar, "Soledad", de Chava Flores y "La noche de mi amor", de Consuelo Durán. Terminó su presentación con "La llorona", un clásico de la cultura popular mexicana que la cantante ha convertido en su obra maestra. La cantidad de matices y emociones que su voz de mujer de más de ochenta años es capaz de convocar en esta canción no tiene igual en la música mexicana; una voz que, enmarcada en largos y oscuros silencios, crea una atmósfera de intimidad, de proximidad, que hace posible que cada fraseo sea dicho como un susurro, como un secreto pronunciado al oído, como si entre el espectador y Chavela Vargas se creara una intimidad tan próxima que hiciese desaparecer de pronto al resto del auditorio. Algunos días antes de sus presentaciones en Madrid, Chavela asistió al programa Hora México, que se transmite la noche de los lunes por Radio Círculo de Bellas Artes, en el 100.4 de fm. Ahí conversó con quienes formamos parte de la mesa de redacción, Alejandro Aura, María Cortina, Enrique Helguera y yo mismo, así como con Toya Arechavala, quien en más de una ocasión ha acompañado a Chavela en la guitarra en sus presentaciones españolas, y productora artística de su último trabajo discográfico.
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Chavela Vargas no nació en México, sino en Costa Rica y, sin embargo, es una artista imprescindible de la cultura mexicana del siglo veinte. ¿Tú cómo te ves?
- Como una vieja loca que ama su tierra, que ama México, que ama lo hermoso, que ama la verdad. ¿Que soy un ser medio raro? Sí. Creo que estoy bastante loca, pero hay locos lindos y locos desgraciados, y yo soy de los bonitos. Estoy muy orgullosa, he llevado un mensaje de México por el mundo, y muchos mexicanos de verdad, nacidos ahí, no lo hacen.

Cuando hablas de México lo haces con orgullo, pero también con nostalgia y amor a un México que ya no existe. ¿Cuál es el México de entonces y cuál es el de hoy?
-El México de antes era un México para enamorarse de él, de su gente, de sus noches, de sus cosas. El de hoy es un gigante inmenso que está dormido, está quieto. El día que despierte que se encomienden todos, yo no sé a quién, pero van a volar patadas que pa' qué describo.

Y ése es el México que estoy esperando que despierte.Un nombre de ese México del que te enamoraste: María Antonia Peregrino, Toña La Negra.
- Doña Toña La Negra era lavandera en Veracruz, en el barrio de La Bombilla. Ahí cantaba lavando ropa, y se oía la voz de la señora en el río cuando cantaba boleros y era de parársele el pelo a las compañeras con aquella voz de la jarochota preciosa, una voz divina. Alguien le dijo a Agustín Lara que había una muchacha en Veracruz que cantaba como los dioses y Agustín fue a conocerla. Habló con ella, la oyó cantar y se la llevó para México, y lo paró de cabeza con su voz increíble. El bolero cubano era un poco sensual y un poco sexual. Cuando llegó a México lo suavizaron, lo hicieron más dulce y lo cantaba, como digo, Toña La Negra. Luego apareció un charro cantor, don Jorge Negrete, que cantó un bolero y se le vino el mundo encima. ¿Cómo un charro va a cantar "Flor de azalea"? Lo cantó y se lo comieron. Luego vino Javier Solís, e hizo del bolero el bolero ranchero, y fue muy hermoso. Y Jorge siguió cantando boleros, también Pedro Infante, y el bolero se hizo una música de casa.

Y Cuco Sánchez...
-Él tenía esa cosa de que no era gente de pachanga. Decir José Alfredo era decir pachanga; y con Álvaro Carrillo junto, pachanga y a ver qué pasa: balazos y de todo. Cuco no. Se acostaba temprano, y tenía ese defecto ante el pueblo mexicano: ser decente.

Nunca cerró las persianas del Tenampa....
-...y creo que yo no le caía muy bien por borrachota.

Esos amaneceres en el Tenampa, ¿eran parte de la música, del corazón interpretativo de la música mexicana?
-Eran parte de México. El México con el que la gente se quedaba deslumbrada. El México de Frida Kahlo, el México de Diego Rivera y Guadalupe Amor, el de los cantantes. Estaba entonces el movimiento de los pintores jóvenes, a los que les gustaba tocar la guitarra. Un día fui a una fiesta en casa de Diego Rivera. Estaban tocando los jóvenes pintores, y Diego les dijo: "Así me gusta verlos, de mariachis, porque de ahí no pasarán."

¿En esa misma fiesta estaba Frida Kahlo?
-Sí, ahí estaba. Esa misma noche la bajaron en su camilla; venía vestida de tehuana, muy hermosa. Presidió la fiesta y todo era en honor de Frida, todo: Diego mismo, todo giraba alrededor de ella, porque era una mujer excepcional. Como ser humano y como artista dejó de ser ella para engrandecer a Diego, a mí me consta, lo viví muy de cerca. Se negó su propia genialidad. Pero era una mujer excepcional como artista, como esposa, como compañera, como revolucionaria, como todo. Y a veces le inventan romances, como con Trotski. Yo me divertía mucho con Trotski, y, como no les creía nada, le preguntaba a Frida: "¿Ustedes son comunistas o no?", y me decía: "Pues ya ni sé, es tanto el enredo que ya no sé si somos comunistas o qué somos". Ésa era Frida Kahlo.

¿Qué fue para ti participar en la película Frida?
-Salma Hayek estaba en México de visita en una casa y preguntó quién le podía cantar en la película Frida una canción. La dueña de la casa me conoce y le dijo que Chavela Vargas. Salma preguntó si me podían localizar y nos reunimos al día siguiente a comer. Estando yo en la casa de visita llamó a la directora de la película, Julie Taymor, y le dijo: "Conocí a Chavela, está aquí y pienso que es la indicada para cantar en la película". Julie, pues fascinada. Luego me preguntaron qué quería cantar y, como desde hace mucho tiempo traigo a "La llorona" detrás de mí, en todas partes la veo, pues esa canté.

¿Cómo comenzó tu relación tan fuerte con España?
-España y yo nos enamoramos desde que nos vimos. Hubo un extraño maridaje de España conmigo, y le decía: "Señora España, qué tarde te conocí. Si no estuviera casada me enamoraba de ti". Yo siento por este país una gran admiración, un gran respeto y un gran cariño; me parece tan culto, tan hermoso... Yo pienso que España es la hembra de Europa y México el macho de América, y de ahí la relación que tienen...

Chavela Vargas desapareció de la vida pública por razones personales. Muchos años después, más de los que se acostumbran para la reaparición de una artista, volvió una segunda Chavela Vargas a conquistar el mundo.
-Es como un milagro. Si hay milagros en la vida ése es uno de ellos, porque hay cantantes que se retiran un año o dos y no vuelven, no pueden. Yo me retiré durante quince, volví y se me abrieron las puertas: esperaban que yo volviera. Es un caso hermosísimo.

¿Cómo fue el regreso?
-Llegó alguien a mi casa y me dijo: "Conozco a las dueñas del bar El Hábito, Jesusa y Marcela Rodríguez", y que me las iba a presentar porque tienen un lugar en Coyoacán en el que podía cantar. Llegué, canté en ese lugar y fue otra dimensión, otro público, otro mundo, otro todo.

Y otra vez el barrio de Coyoacán.
-Siempre Coyoacán. Coyoacán y "La llorona" siempre me acompañan. Todo está escrito.

Y en este renacer. ¿Cómo viniste a dar a España?
-Aquí ando desde hace rato, no creas que acabo de venir. Vine en 1970 y no pasó nada. Me regresé a México y volví en 1990, y entonces sí. Tengo años de andar con la señora España.

Y en 1990, ¿quién te invitó?
-Me trajo Manuel Arroyo, el editor de Turner. Me vio en El Hábito y me dijo: "Vámonos a España". Yo no le creí, pensé: "Este señor tan raro..." Después hablamos y me vine, y aquí estoy.

Tus primeras presentaciones fueron en la Sala Caracol, que era una sala pequeña aunque tenía el encanto de ser una sala especializada en flamenco.
-Y por primera vez viví en la Residencia de Estudiantes, donde Manuel consiguió que no me cobraran. Me enamoré de la Residencia y la Residencia también me quiere. Tengo el privilegio de vivir con todos los grandes del mundo, ahí vivo yo en Madrid, entre vivos y fantasmas. Imagínate: Picasso, Dalí, García Lorca...

A propósito de la libertad, ¿qué nos dices de tu canción "La Macorina", tan estigmatizada, incluso prohibida aquí, en la España franquista?
- Macorina es una mujer de una raza que se da en Cuba, mezcla de sangre china y negra. Esa gente es muy orgullosa, muy alzados, muy altivos. Y Macorina era hija de un chino y una negra. Bellísima mujer, una estatua, a la que los pintores pintaban y los poetas cantaban. Alfonso Camín me invitó una vez a una fiesta y estaba Macorina. Yo le dije: "Señora, algún día yo la llevo de la mano por el monte". Macorina todavía no había muerto cuando oyó la canción, la logró oír.

Tanto en "Macorina" como sobre todo en "La llorona" llama mucho la atención que tienes cada vez más una forma de cantarlas absolutamente original, como si desestructuraras las canciones para buscar en ellas una especie de nueva coherencia interior, como otro tempo, que tiene más que ver con el espíritu...
-Absolutamente. Tiene que ver con eso que llaman alma: eso es mi música. Y yo quiero que algún día se entienda que mi mensaje ya no es de la garganta, ya no es de disco, ya no es de concierto: es la voz inmensa del individuo humano que está callada, que no tiene nombre, que no puede llamársele de ninguna manera. Eso es lo que yo siento, eso es lo que no me deja morir hasta que la gente sepa que mi canto no es canto, que es algo más allá del dolor, más allá de la angustia, más allá del saber, más allá de todo, del arte en sí mismo. Estoy brincando cosas prohibidas, yo lo sé. Pero no me puedo ir hasta que consolide esto, hasta que lleve un mensaje directo a las almas de que yo no canto, de que estoy haciendo una cosa fuera de este mundo. Mucho atrevimiento, pero amo todo esto. Lo amo.

Eso es en parte lo que quisiste compartir en aquel concierto del Zócalo de la Ciudad de México, frente a decenas de miles de personas, en su gran mayoría jóvenes.
-Fue increíble. Estaba el cielo de México y estábamos sobre el Templo Mayor. Yo sentía sus vibraciones donde estaba parada. La bandera de México ondeaba como nunca y esa noche fue de gran libertad. Mientras cantaba, oía en los silencios de la música el llanto de la gente, pero el llanto dulce, ese llanto sereno, y era hermosísimo oír eso. Esa noche sentí algo muy extraño en escena. Cuando salí del escenario me avisaron que había muerto mi hermano en Costa Rica. Pero esa noche fue para mí inolvidable: sentí las emociones en los jóvenes, y yo amo la verdad en los jóvenes. ¿Te acuerdas de que les dije: "Me voy. Les dejo de herencia mi libertad, que es lo más preciado del ser humano"?

Chavela Vargas. ¡Siempre!

“La Mujer del Poncho Rojo”, como la llama Joaquín Sabina, “La Vargas”, como la conocen en México, o simplemente "Mi Inspiración", como la llamo.

Así es Chavela Vargas: la mejor cantante de rancheras, con talento y energía de otro mundo.